Este fin de semana en Madrid hemos tenido dos reuniones, el sábado 5 de marzo el Consejo Estatal de Nodos de Unidad Popular, y el domingo 6 el Consejo Político Federal de IU, en ambos encuentros, de largas horas de duración, hay un nexo común en el que al final se demuestra que en estos tiempos de rearme de la izquierda unitaria y en dos espacios diferentes hablamos de lo mismo: de los métodos de participación de la militancia y de las gentes simpatizantes que puedan o quieran participar en ambos eventos.
Y no, no estamos en absoluto nada lejos cuando los temas de mayor debate, de dudas, de incertidumbres y de la forma en la que nos organizamos mejor para ser más e ilusionar en los dos Consejos son los que marcan el centro de la discusión, y ojo, discutir, discrepar, forma parte de la izquierda, porque somos plurales y no creemos en el pensamiento único, y es sano, lo que no supone división por mucho que determinados medios quieran venderlo así. Queda izquierda para rato y no podrán con el proyecto que entre muchos y muchas seguimos queriendo forjar tras las elecciones del 20D. La unidad popular no es una marca, es un concepto, me hincho a decirlo allá donde tengo la oportunidad de expresar mi opinión, sólo se trata de saber si somos capaces de encarar este objetivo con responsabilidad y seriedad porque es el único camino viable para derrotar las políticas de la Troika, los reajustes que nuevamente se nos vienen encima y en definitiva, la lucha unitaria para acabar con el verdadero enemigo de las clases trabajadoras populares: el capitalismo.
El lenguaje con el que nos comunicamos, los ánimos, la intención, y el momento que vivimos, tanto interno como externo requiere para mí de enmarcarnos en las neuronas "las tres eses": serenidad, sinceridad y suma, como actitudes necesarias para organizar y avanzar en la construcción de unidad popular.
Escribo esto hoy por la similitud de los contenidos de ambas reuniones en las que participo como miembro, a sabiendas además de que somos muchas gentes de IU y del PCE las que participamos activamente en la Unidad Popular, y de hecho, el sábado se aprobó por unanimidad aceptar la petición de nuestro Secretario General del PCE de entrar en el CEN de UP como partido, con voz y sin voto, como están el resto de partidos en el mismo.
Son esfuerzos colectivos los que se requieren en estos momentos, no históricos como se ha venido llamando antes de las elecciones generales, en realidad la historia ha tenido grandes momentos revolucionarios y que ni aún así, tampoco evitaron la consolidación de los partidos del régimen ni tumbaron al capitalismo, como dijo una compañera en el federal de IU refiriéndose a lo masivo de las movilizaciones de mayo del 68 pero que no evitaron gobiernos de la derecha. Lo importante es recuperar ese espíritu, pero no llenemos de lenguajes ilusorios algo que no se va a conseguir sino es por la vía unitaria popular.
Hoy en España es probable que, si la Grosse Koalition (PP-Psoe-C,s) no se produce, hayan nuevas elecciones y que estas no van a provocar nada más que una reproducción de los resultados del 20D, y en mi opinión, serán peores porque tengo la sensación de que la derecha ganaría con holgada mayoría. Por tanto, no hablemos de momentos épicos e históricos si no hablamos de unidad de las izquierdas para que efectivamente lo sean.
Las herramientas de votación, de participación, de mayor democracia interna han sido los temas estrella tanto en UP como en IU este fin de semana, y enfrente de estas se han situado la inseguridad, la incertidumbre, la desconfianza o el miedo. La búsqueda de lo nuevo sin abandonar las luchas, la herencia, las mochilas, deben ser compatibles, no es incompatible usar las nuevas tecnologías con los métodos tradicionales y presenciales de participación, estamos en el Siglo XXI y o nos adaptamos a los nuevos tiempos sin olvidar las cercanías o no habremos entendido nada, la transparencia y la sinceridad deben ser bandera para organizar las conciencias de cara estos procesos de reconstrucción o de reinventar la izquierda, y ojo también, que curiosamente en ambos espacios no hablamos del contenido, del programa político, del proyecto, dónde podemos tener matices y debates por supuesto, pero lo que más genera dudas es en los métodos, en como participamos y como lo hacemos para que esto suponga sumas.
Bien, creo que tanto en los procesos de UP, de IU e incluso del PCE hemos de partir de la objetividad y de la autocrítica: o aprendemos de los errores, o se ven y en base a ellos corregimos y avanzamos o no habrá servido de nada encarar estos congresos o asambleas. La apertura radical, la palabra de la militancia en su más amplio sentido, de la gente simpatizante, los movimientos y colectivos sociales con los que compartimos luchas, todo esto debe ser clave para este sendero que hoy es la ruta que con valentía debemos recorrer, la historia de IU no merece desprecio, son 30 años los que vamos a cumplir este año y no negamos su valor y su aportación en la defensa de los derechos humanos, en las movilizaciones, en el conflicto social, en las miles de personas que están en ella, pero esto no debe suponer aferrarnos a una herramienta que hoy es insuficiente, y si no se ve, la ceguera convertirá en tuerto al rey, como bien dice el refrán.
Movilización, alianzas sociales, calle, desbordar lo construido, superar fallos internos, individualismos que sólo contribuyen al éxito personalista y no del colectivo, que se basan en la gloria de un día de éxito y luego ya no contribuyen en nada a la unidad popular, las contradicciones hay que superarlas, los principios y los valores deben ser siempre estandarte, no vayamos a crear empoderamientos falsos haciendo trampas hacia la unidad: o se está o no se está, seas o no seas el/la protagonista, ahí se demuestra el camino, no en actos puntuales por mucho que se vendan como un éxito pero que luego en dónde no se está como voz cantante, ni se apoya ni se difunde y en muchos casos, se boikotea. Falsedades fuera en este momento crucial para nuestra superviviencia como gentes que creemos en que sólo estando organizadas y de manera unitaria podremos combatir este sistema.
El abrazo o Las Multitudes de Genovés como referencia, el afecto como praxis de la revolución. Remarquemos las cosas que nos unen que son más que las que nos diferencian y reivindiquemos las 3 eses: sinceridad, serenidad y suma
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