Sin perder la esperanza soñar, reír y llorar.
Sin perder la esperanza observar, aprender y actuar.
Sin perder la esperanza, a veces se pierde
Pero gracias a la resistencia humana en los lugares más inhóspito y hostiles no tenemos más obligación que resistir y persistir en ti.
Vida

viernes, 19 de febrero de 2016

Testimonio de una madre que pasó por las escuelas municipales infantiles de Granada. El club del que nunca me gustaría desaparecer: los lunáticos

El club del que nunca me gustaría desaparecer: Los Lunáticos

















Esto lo escribí en el 20 aniversario de Luna, le he incluido modificaciones dada la situación actual, en la que mis lágrimas no dejan de rodar ante en nuevo atropello del PP de Granada de cargarse el ciclo 3-6, 269 niños y niñas están en peligro de quedarse sin educación. Las escuelas municipales no son una guardería, son un proyecto educativo pionero y único, no dejamos allí a nuestros hijos sin más para que nos los cuiden, cuando optamos por esta educación estamos optando por los valores, la convivencia, la igualdad, el aprendizaje de la movilidad, de la responsabilidad en las tareas domésticas, en la cocina, etc... optamos por un proyecto de futuro para crear buenas personas. No al cierre del ciclo 3-6

Por fin he encontrado ese huequito que tanto buscaba para poder escribir algunas cositas sobre lo que ha supuesto Luna para nuestra familia. No quería yo quedarme sin poder contribuir a felicitar la importancia de que Luna celebre este año sus 20 años de existencia. No, porque se lo merecen, no, porque gracias a pasar 8 años en esta escuela se que nunca olvidaremos esta irrepetible experiencia educativa que han tenido el lujo de vivir nuestros hijos y que ellos tampoco olvidarán. Le he hecho un repaso fotográfico a todos estos años, para ponerme en situación, y para dejaros unas palabricas lo más ajustadas a lo que yo como madre he sentido y aprendido a lo largo de estos años. 

Samuel entró con dos años a Luna y Héctor también. Debo empezar por lo que tendría que ser el final de este texto, pero es que han sido unos años maravillosos, y esto es difícil de pasar por alto. Godo y yo, como padres de Samuel y Héctor nos encontramos este año con dos nudos en la garganta, el de ser el 20 aniversario de Luna, que suponemos hará que la fiesta tenga un alto contenido de encuentro y de emociones, y dos por que ya terminamos una etapa en esta magnífica escuela. Y sabemos que tendremos que sujetarnos las lágrimas en ambos eventos pues como os digo todo lo en Luna ocurrido tiene una repercusión directa en la forma de hacer y de ser de nuestros hijos. Caláis hondo. 
 

Que lo sepáis. Quiero agradecer el enorme esfuerzo hecho a lo largo de estos años por parte de toda la comunidad educativa de Luna, sin vosotros y vosotras nuestros hijos no serían lo que son. Porque la educación os importa, porque los tratáis como ciudadanos y ciudadans con derechos, aunque también, como debe ser, con obligaciones. Pero no tengo más remedio que detenerme en aquellos maestros y maestras que sois los que os ha tocado colaborar con nosotros en la educación de Samuel y Héctor.
 
Tere, porque eres una de las profesionales que más admiro, tu talante, tu actitud dialogante, tu serenidad, y tu cariño nunca dormirán en un baúl en nuestra casa, porque has pasado muchos años con nuestros hijos y porque ellos te quieren y valoran enormemente todo lo que les has enseñado. Supongo que no dejaré de verte y espero seguir compartiendo encuentros contigo en Jérez si Ana, una de las madres, nos sigue invitando o poder disfrutar de tus exposiciones y seguir aprendiendo de tu arte que es mucho, y como tú sabes, en algunos casos para mí difícil de descifrar. No olvidaré aquella fiesta en la que me pedisteis que hiciera de lobo feroz, en la canción del Cu-cú, y la cara de terror que pusieron los pobres pequeños al verme salir con mi disfraz. Tampoco podré hacerlo de las excursiones que hemos podido compartir, ni de las que no lo hemos hecho pero que en los reportajes fotográficos que nos pasáis a los padres no cabe duda de la felicidad tan grande que le habéis aportado a mis hijos.

Ñico, describirte a tí es más difícil. Porque tu condición de hombre preocupado por los niños y niñas, por tu implicación en la educación es toda una excepción en el mundo educativo, tu carácter afable, disponible siempre a escucharnos a los padres, tu trato con nuestros hijos y tu compromiso en la defensa de esta educación municipal desde lo público no puede más que hacer que me quite el sombrero y aprecie esa ilusión por la educación que tu transmites y demuestras en cada acción. Y como olvidar esas imágenes en las que vemos a un tío tan grande como tú retozando en el campo con una avalancha de niños sobre todo tu cuerpo o escucharte cantar, bailar y disfrazarte sin ningún pudor ni vergüenza en cualquier fiesta sea de esqueletos, de tic-tac o de hombre gallo.

Antonia, tú siempre has estado ahí, con tu tacto al tratar a todo el mundo, con la paciencia propia de una educadora, con unas ideas participativas y educativas que encima no las enmarcas como propias. No puedo dejar de decir que tú trabajo ha sido muy enriquecedor para Héctor, que ha sido de mis dos hijos con el que mas tiempo has pasado. No puedo dejar de destacar tu preocupación por la entrada de nuestros hijos en primaria y he podido aprender de ti esos métodos nada clásicos para motivar a mi hijo en su proceso de aprendizaje de la lectura y la escritura. No puedo dejar de darte las gracias porque si hay algo que queda en nuestros hijos son sus modelos maestros, y tú para Héctor lo eres, vamos que los viernes se pasa la tarde llamándome Antonia, se parte de risa, nos reímos los dos y esto es francamente gratificante, pues eres importante para él. Gracias por hacer que cada padre y madre hayan podido aportar cosas de su cultura para sumar en este necesario mundo de la educación, “la mosca que volava per la llum” Héctor la sabía porque en mi ciudad de origen también se cantaba, pero tú le ayudaste a afianzarla, como buena mallorquina que eres.

Conchi, contigo solo pudimos disfrutar un año, en el que siendo la tutora de Samuel Tere y tú la maestra de apoyo, mi hijo corrió hacía ti porque se sintió atraído por tí como un imán. Tere no se molestó en absoluto, porque sabe que el proyecto de Luna es colectivo, y porque sabe que los niños, como los adultos, somos selectivos y tienen también su feeling personal. Gracias Conchi por abrirnos las puertas de tu casa en alguna excursión. Gracias por darme propuestas para convertir a Samuel en un caracol. Y gracias porque es cierto que aunque tu posición laboral te permite dedicarte cada cierto tiempo a investigar y estudiar en otros proyectos en el extranjero, cosa que no todo el mundo puede permitirse, tus años sabáticos siempre han influido en tu modo de hacer con los niños y niñas de Luna. No han sido años de ocio personal exclusivamente sino que además han formado parte de tu formación profesional lo que me hace afirmar que eres una maestra como la copa de un pino.

Mari Paz, te doy las gracias también por tu entusiasmo, por tu compromiso hasta en los momentos difíciles de tu vida con Luna y nuestros hijos e hijas, por tu buen trabajo hecho mientras dirigías esta comunidad educativa.

Paco, y tengo que meter al mejor cocinero que ha tenido nunca Luna, pues no lo sería si ninguno de mis hijos no quisiera comerse mis yogures caseros o mis natillas porque no son las de Paco, porque la alimentación forma parte del crecimiento de nuestros hijos, el respeto por la salud, el respeto por los aromas y los alimentos cocinados con amor y es más, por los alimentos no envasados ni procedentes de grandes superficies, sino con alto valor ecológico, con sus nutrientes y su ausencia de colorantes. Gracias Paco porque aunque yo he llorado mucho con la alimentación de Samuel por suerte en Luna te teníamos a tí, y al menos se que lo que salía de tus manos iba a ser bien recibido por él, bueno, salvo la pasta, las legumbres o la lechuga, que sabe bien Ñico lo que ha tenido que negociar con él para que al menos los probara. Y gracias por tu simpatía, por darle alegría a la escuela ayudando a nuestros hijos a aprender a hacer membrillo y otras exquisiteces.
Rosa, María, Juan, María José, Oscar, todo el personal de apoyo que ha ido pasando estos años por Luna, en especial a Carina que era dulce y cariñosa como ninguna, gracias porque sin vosotros y vosotras Luna hoy no existiría, porque sin vuestra enorme profesionalidad este maravilloso, serio y divertido proyecto educativo no sería posible. Vosotros y vosotras lo hacéis realidad. Gracias. Y disculparme si me deja a algún maestro o maestra. Tampoco quiero olvidarme de agradecer a todo el personal de mantenimiento y limpieza de la escuela ni de todos aquellos y aquellas que han pasado muchos ratos caceroleando en la cocina. Lo que han aprendido mis hijos sobre la importancia de colaborar en las tareas domésticas, recoger ropas, poner y quitar la mesa, la higienes y el cuidada personal, también es en gran medida gracias a vuestra responsabilidad.
Gracias por las excursiones al campo, a las granjas escuelas, a los conciertos de música, al teatro, al parque de las ciencias, gracias por enseñarnos a disfrazar a nuestros hijos con materiales caseros. Gracias por enseñarles inglés. Gracias por incluir la música, el trabajo con el barro, la pintura, en los programas anuales de enseñanza. Gracias por enseñarles a crear huertos, gracias por defender un modelo educativo que no sabemos hasta cuando durará, pero que ahí queda, gracias porque hoy puedo decir que mis hijos son sensibles a la poesía, a la buena música, al arte, a la lectura. Gracias por hacerlos tan felices.

También debo reconocer que Luna une mucho, nos ha unido durante muchos años a los padres y madres, en la AMAPA Los Girasoles, de la que puedo decir que hace un trabajo fantástico y demuestra que las familias sí tienen interés en la educación de sus hijos, no solo con las actividades extraescolares sino también por implicarse a lo largo de todos estos años en cualquiera de los cambios que se han producido, tanto en la redacción de los estatutos de nuestra escuela como en las reivindicaciones en la puerta de la plaza del carmen e incluso en los plenos en defensa del modelo educativo que Luna imparte. Recuerdo todavía el recurso que preparamos ante el ataque del PP cuando reconvirtió el Patronato en Fundación, lo recuerdo porque ofrecí mis conocimientos como licenciada en Derecho y lo hicimos. 

Gracias porque además son amistades que nunca desaparecen, nos veamos más pronto o mas tarde, el buen rollo siempre es el mismo. Gracias a Carmen en especial porque desde el principio apostó por Héctor en sus clases de música y por eso enseguida le llamó “el maestro campanillas”, hoy estudia música en la escuela municipal de música de Alfacar, gracias. 
Todas estas cosas son importantes. Gracias a todos los padres y madres que defendéis hoy y siempre estas escuelas, Javi, Aurora, Ana, Esther, Marisa, Madero, Natxi...y tantas y tantos otros...porque hoy podemos decir que ya quedaremos siempre en los anales de la historia de Luna como aquellos Lunáticos que un día decidieron educar responsablemente a sus hijos. Gracias.

Maite Molina Navarro, madre de Samuel (ya 15 años) y de Héctor (ya con 10 años). Por fortuna, todos hemos salido “lunáticos.








 

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