Sin perder la esperanza soñar, reír y llorar.
Sin perder la esperanza observar, aprender y actuar.
Sin perder la esperanza, a veces se pierde
Pero gracias a la resistencia humana en los lugares más inhóspito y hostiles no tenemos más obligación que resistir y persistir en ti.
Vida

viernes, 10 de junio de 2011

Esto es otra cosa


Llevo tiempo queriendo hablar de política y del 15M.

Acabaron las elecciones municipales y seguimos como estábamos, otra vez gana el partido popular y promete ser peor.

Me llaman la atención algunos "intelectuales o eruditos" que enseguida corren prestos a sacar alguna conclusión lógica y favorecedora de sus intereses personales e incluso de activistas con intereses partidistas, y también la búsqueda de las aspiraciones frustradas bajo un corte claramente ególatra. Y así no.

Mi análisis coincide con el que he preparado para la asamblea local abierta que celebrará la próxima semana izquierda unida para hablar sobre los resultados electorales y compartir ideas y propuestas para frenar a la derecha. No creo que deba relacionarse el 22m con el movimiento 15m, es un error justificar cualquier resultado electoral según la influencia de este movimiento. Hay que hablar del 15m, no estamos ciegos, pero en influencia de voto sinceramente lo ha hecho poco.

Esto es otra cosa.

¿por qué los que siempre hablan de gente nueva, de participación, siempre están peleándose por estar? Así tampoco.

Me parece absolutamente pretencioso, y es la segunda vez que lo escucho, en el consejo federal el pasado domingo y en las mesas de convergencia de Granada, hoy, por parte de algunos, el querer sacar rentabilidad del movimiento, bajo la falsa excusa de politizarlo, demasiados lideres y no muy astutos ni con corazón revolucionario. Creer que el movimiento nos mira a nosotros, a izquierda unida, por algo especial es muy iluso. Eso dicen algunos en Madrid, otros más cercanos se animan a personarse en la causa y hacer test políticos, bajo la rigurosidad de sus magistrales lecciones sobre "como fomentar mi participación" para acabar de hacer un frente amplio donde la dirección ya esté predeterminada.

¿dónde empieza la revolución? En uno mismo, y la revolución lleva su tiempo, los despertares son rebeladores, pero que no tengan prisa las carroñas, que esto no va de eso. Tranquilos, sin prisa pero sin pausa. Estamos viviendo una fase de aprendizaje sobre quién tiene realmente el poder, estamos en el momento deseado para la izquierda, que la gente se siente y reflexione, que piense, que se forme, que se eduque.

El otro día la madre de una compañera de mi hijo me dio la enhorabuena por ser concejala, y me trataba, con mucha gracia, de autoridad. Bien, esta mujer es trabajadora social en un centro de menores, es una mujer que se informa. Bien. Me preguntó que como había prometido en nuestro programa electoral recuperar las escuelas del patronato que ahora me tocaba. Estoy en la oposición, y supongo que sabrá que ha ganado el pp. Desconcertante.

¿qué revolución queremos hacer sin conciencia? ¿qué sistema queremos cambiar si nos olvidamos de que quienes están empezando a cuestionarselo están en etapa de reflexión, de formación y de elaboración colectiva? Es un error muy grande y sería muy torpe entrar como un elefante en una cacharrería a querer forzar la marcha hacia lo político del movimiento. Se están sentando las bases, estoy segura, para que un pueblo que ha salido de su adormidera pueda elegir como quiere que sean sus gobernantes. Pero antes de pensar en influencia electoral el movimiento debe pensar en lo que ya hemos perdido, en el tiempo que se ha estado ausente de todo, que se ha estado como dicen en mi tierra "jodido pero contento". Y lo que podemos perder.

La educación y la formación son piezas fundamentales de este movimiento, el recuperar ese cantico de "el pueblo unido jamás será vencido" está cargado de auténtico valor. Porque efectivamente lo está diciendo el pueblo. Que lo digamos algunos o que lo digan los sindicatos es importante, no hay que olvidar nuestra historia, a los que consiguieron nuestros derechos, muy importante, pero sacar a flote el sentimiento generalizado de pertenencia a un colectivo es alentador por su capacidad masiva de repercusión mediática, por su poder de influir en la consecución de cambios sociales. Inevitablemente las demandas que se hacen tendrán que pasar por la acción política tarde o temprano, será consecuencia de su reflexión. La información, la cultura, las relaciones humanas, que no todo iba a ser darle click a "me gusta la revolución" son decisivas a la hora de cambiar lo político, y si se hace bien se llega. Pero sin forzar máquinas.

No me gustan las prisas con el 15m, porque es un proceso de maduración ciudadana colectiva acerca de su realidad social. Y darse cuenta de cosas que algunos tenemos interiorizado desde hace tanto tiempo no debe ser fácil de digerir. No basta con que nosotros lo sepamos, sin ellos no hay cambio. Acción y reacción del pueblo. Están intentado participar en la democracia. Y los que además lo hacemos desde la política debemos aprender también de estas formas de expresión democrática. Cualquier pretensión de tutorizar el movimiento reafirmará al mismo en sus vertientes apolíticas. Y tendrán razón si lo hacen. Seamos humildes.

Dejemos que el movimiento ande, colaboremos como uno mas en lo que sabemos hacer, generar conciencia. Son nuestros sueños, lo demás, vendrá solo. Sin respeto al otro no habrá comunión. No habrá cambio.
Silencio, están cuestionándose el sistema y proponiendo alternativas. Silencio, se piensa.
Esto es otra cosa.


2 comentarios:

  1. Mi opinión sobre el tema (que incide, en parte de lo que dices en lo referente a la falta de conciencia):

    http://basiliopozoduranestaharto.wordpress.com/2011/06/01/plazas-indignadas-simbolo-de-democracia-posmoderna-basilio-pozo-duran/

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  2. Comparto Maite. Lo comentamos como ráfaga el otro día en Madrid y me siento identificada en su reflexión.

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