Sin perder la esperanza soñar, reír y llorar.
Sin perder la esperanza observar, aprender y actuar.
Sin perder la esperanza, a veces se pierde
Pero gracias a la resistencia humana en los lugares más inhóspito y hostiles no tenemos más obligación que resistir y persistir en ti.
Vida

viernes, 6 de julio de 2012

Al Sr. Montero: Sea usted un buen político y defienda la cultura en los barrios humildes



Sr. Montero, ha pasado casi un año desde que usted decidió cerrar a cal y canto la biblioteca de la plaza de las palomas, y sabe que los vecinos y las vecinas del Zaidin, haciendo un ejercicio muy sano de democracia y ciudadanía, se constituyeron en plataforma para solicitar la reapertura de su biblioteca. No dudo en que usted, como hombre culto, sabe que salen este fin de semana nuevamente a recuperar su plaza y su espacio público, reconvertido durante todo este tiempo en un lugar para la palabra, en un lugar para el encuentro vecinal, en un lugar donde lo colectivo está por encima de cualquier otra intención que usted, interesadamente, ha querido trasladar a la ciudadanía granadina en general para desmerecer un movimiento ciudadano surgido por ellos mismos, sin tutelajes políticos y que se ha visto, como usted también sabe, arropado por muchas figuras del mundo de la cultura de Granada, y de fuera de nuestras fronteras nazaríes. Porque defender la cultura para los barrios es algo que usted, como concejal de cultura debería tener como prioridad en su agenda, porque sabe que su decisión de cerrar un biblioteca de barrio, una biblioteca que era la que permitía creer en eso que ustedes llaman Granada ciudad educadora, fue totalmente desacertada, y le cuesta a usted rectificar, reconocer el error y reabrir una biblioteca que cumplía una labor social educadora en un barrio que todavía la reclama, porque sus niños y niñas, sus ancianos y ancianas, sus mujeres y sus hombres, en definitiva, la necesitan.

Y es que no hay más ciego que el que no quiere ver. Y el orgullo es un mal acompañante de viaje para quien tiene el deber de gestionar para la ciudadanía la cultura de Granada. Sr. Montero, este fin de semana, el sábado concretamente, a partir de las ocho de la tarde en ese espacio que usted, con su lamentable imposición, ha conseguido que se convierta en un lugar mucho más dinámico y participativo de lo que era, tienen lugar multitud de actividades en conmemoración a esa gente que lleva un año creciendo cultural y colectivamente, eso sí, gracias a que usted les cerró su biblioteca. No sabe el necio que a menudo sus decisiones anticiudadanas unen con más fuerza y solidaridad a quien se intenta ocultar. Y eso, he de reconocerlo, lo ha conseguido usted solito. Gracias a su ceguera esta plataforma de vecinos y vecinas no ha parado de recibir apoyos y no se ha rendido en este año como quizá usted creyera que iba a suceder. Es un menosprecio a la ciudadanía pensar que no van a luchar por lo que aman.

Sr. Montero, sabe bien que se equivocó, pero sus puertas han seguido cerradas para recibir a las numerosas citas que les han pedido y que han protegido con ahínco e ilusión la cultura de su barrio. No sea usted torpe, porque le garantizo que le pasará factura. Sea usted sabio y rectifique, sea usted ese representante ciudadano por la cultura que debe ser y yo le invito a que se pase y visite los actos de la plataforma en la plaza de las palomas este sábado. Estoy convencida de que le bastaría para darse cuenta del daño que ha hecho con ver a un niño sonreir ante una representación teatral, a una anciana recitar a Celaya, a un adolescente contar un cuento, para que de marcha atrás a esa inoportuna decisión de cerrar la biblioteca de las palomas, y que todavía hoy sigue en desuso, vacía, abandonada, triste y sin palabras en su interior. Le invito a que cumpla usted con los ciudadanos a los que representa y se acerque un rato por esa plaza en la que sí hay palabras, en esa plaza en la que se respira toda esa literatura callada que usted eliminó del interior de la biblioteca. Pero como bien sabe usted, como hombre culto, no hay quien ate a las palabras, no hay quien ponga vallas al pensamiento, no hay quien apague la voz a quien demanda conocimiento y cultura.

Hágase usted un favor y mire a estas mujeres y a estos hombres. Si lo vieran aparecer y tras este año de lucha vecinal usted compareciera y viera todo lo que han hecho, las lágrimas que han derramado, la hermosa fraternidad que les ha unido, estoy segura de que no tendría más remedio, y humildad política obliga, pues la política no es más que defender lo que quiere la ciudadanía, el mismo lunes, reabriría la biblioteca de la plaza de las palomas. No sea terco, rescate su humanidad y emociónese. Sea usted un buen político.

No hay comentarios:

Publicar un comentario