Sr. Montero, ha pasado
casi un año desde que usted decidió cerrar a cal y canto la
biblioteca de la plaza de las palomas, y sabe que los vecinos y las
vecinas del Zaidin, haciendo un ejercicio muy sano de democracia y
ciudadanía, se constituyeron en plataforma para solicitar la
reapertura de su biblioteca. No dudo en que usted, como hombre culto,
sabe que salen este fin de semana nuevamente a recuperar su plaza y
su espacio público, reconvertido durante todo este tiempo en un
lugar para la palabra, en un lugar para el encuentro vecinal, en un
lugar donde lo colectivo está por encima de cualquier otra intención
que usted, interesadamente, ha querido trasladar a la ciudadanía
granadina en general para desmerecer un movimiento ciudadano surgido
por ellos mismos, sin tutelajes políticos y que se ha visto, como
usted también sabe, arropado por muchas figuras del mundo de la
cultura de Granada, y de fuera de nuestras fronteras nazaríes.
Porque defender la cultura para los barrios es algo que usted, como
concejal de cultura debería tener como prioridad en su agenda,
porque sabe que su decisión de cerrar un biblioteca de barrio, una
biblioteca que era la que permitía creer en eso que ustedes llaman
Granada ciudad educadora, fue totalmente desacertada, y le cuesta a
usted rectificar, reconocer el error y reabrir una biblioteca que
cumplía una labor social educadora en un barrio que todavía la
reclama, porque sus niños y niñas, sus ancianos y ancianas, sus
mujeres y sus hombres, en definitiva, la necesitan.
Y es que no hay más
ciego que el que no quiere ver. Y el orgullo es un mal acompañante
de viaje para quien tiene el deber de gestionar para la ciudadanía
la cultura de Granada. Sr. Montero, este fin de semana, el sábado
concretamente, a partir de las ocho de la tarde en ese espacio que
usted, con su lamentable imposición, ha conseguido que se convierta
en un lugar mucho más dinámico y participativo de lo que era,
tienen lugar multitud de actividades en conmemoración a esa gente
que lleva un año creciendo cultural y colectivamente, eso sí,
gracias a que usted les cerró su biblioteca. No sabe el necio que a
menudo sus decisiones anticiudadanas unen con más fuerza y
solidaridad a quien se intenta ocultar. Y eso, he de reconocerlo, lo
ha conseguido usted solito. Gracias a su ceguera esta plataforma de
vecinos y vecinas no ha parado de recibir apoyos y no se ha rendido
en este año como quizá usted creyera que iba a suceder. Es un
menosprecio a la ciudadanía pensar que no van a luchar por lo que
aman.
Sr. Montero, sabe bien
que se equivocó, pero sus puertas han seguido cerradas para recibir
a las numerosas citas que les han pedido y que han protegido con
ahínco e ilusión la cultura de su barrio. No sea usted torpe,
porque le garantizo que le pasará factura. Sea usted sabio y
rectifique, sea usted ese representante ciudadano por la cultura que
debe ser y yo le invito a que se pase y visite los actos de la
plataforma en la plaza de las palomas este sábado. Estoy convencida
de que le bastaría para darse cuenta del daño que ha hecho con ver
a un niño sonreir ante una representación teatral, a una anciana
recitar a Celaya, a un adolescente contar un cuento, para que de
marcha atrás a esa inoportuna decisión de cerrar la biblioteca de
las palomas, y que todavía hoy sigue en desuso, vacía, abandonada,
triste y sin palabras en su interior. Le invito a que cumpla usted
con los ciudadanos a los que representa y se acerque un rato por esa
plaza en la que sí hay palabras, en esa plaza en la que se respira
toda esa literatura callada que usted eliminó del interior de la
biblioteca. Pero como bien sabe usted, como hombre culto, no hay
quien ate a las palabras, no hay quien ponga vallas al pensamiento,
no hay quien apague la voz a quien demanda conocimiento y cultura.
Hágase usted un favor
y mire a estas mujeres y a estos hombres. Si lo vieran aparecer y
tras este año de lucha vecinal usted compareciera y viera todo lo
que han hecho, las lágrimas que han derramado, la hermosa
fraternidad que les ha unido, estoy segura de que no tendría más
remedio, y humildad política obliga, pues la política no es más
que defender lo que quiere la ciudadanía, el mismo lunes, reabriría
la biblioteca de la plaza de las palomas. No sea terco, rescate su
humanidad y emociónese. Sea usted un buen político.
No hay comentarios:
Publicar un comentario