¿Celebrar el Día de la Niña iluminando la Alhambra de rosa contribuye a la igualdad?

Con estupor asisto a la celebración del Día Internacional de la Niña iluminando la Alhambra de color rosa. En unos tiempos donde la discriminación de las niñas arroja datos espeluznantes tanto de violencia, de explotación infantil, de exclusión por discapacidad, de abusos sexuales, de no acceso a la educación, celebrar este día es más que loable, lo erróneo, es que para hacerlo se caiga en el estereotipo, ya que desvirtúa todas las campañas e iniciativas que se llevan a cabo tanto desde instituciones como desde colectivos feministas, trabajar por la igualdad debe pasar irremediablemente por eliminar simbología, imágenes y en este caso, colores, que supuestamente se identifican con las niñas y que lo único que hace es afianzar y perpetuar contenidos sexistas.  

Hoy se celebra este día y la iniciativa ha sido respaldada por el Ayuntamiento de Granada en colaboración con la Fundación Voces y Plataforma Internacional dentro de la celebración del Día de la Niña con la campaña “Por ser Niña” decorando nuestro principal monumento de Granada, la Alhambra, con iluminación rosa. Esta iniciativa se desarrolla a nivel internacional iluminando edificios o lugares emblemáticos del mundo de color rosa, y es una iniciativa promovida por la ONU. Es increíble que para acordarnos de las niñas y protegerlas, para defender sus derechos, tenga que hacerse colocándole el "rosa" y la verdad deja mucho que desear esta identificación. Puede parecer absurdo, puede parecer que aquí una tiene algo contra algún color, más absurdo todavía, los colores no tienen sexo, pero sí pueden transmitir unos valores y unos principios, está el verde para la educación pública, el amarillo en defensa de las bibliotecas, el blanco para la sanidad pública, el naranja por los servicios sociales públicos, y hasta el rosa, que se suele utilizar para la lucha contra el cáncer. 

Pues bien, en este caso, utilizarlo para recordar que en muchos lugares del mundo las niñas no tienen acceso a la educación no es el más adecuadamente elegido dentro de la conmemoración del Dia Internacional de la Niña. En realidad supone seguir clasificando a las niñas por roles y estereotipos que no contribuyen nada a la igualdad de las mujeres, antes al contrario, acentúan y perpetúan una simbología que nos separa a los hombres de las mujeres.

Para mí, y para muchas mujeres, y también hombres, al margen de la celebración de este día, que sí es importante dada la enorme discriminación que sufren miles de niñas en el mundo, la elección de este color nada tiene que ver ni identifica a las niñas. Si lo que se quiere es promover la igualdad y respaldar los derechos de las niñas y ser partícipe del compromiso con el avance de los derechos de las niñas, mejor hubiera sido que se eligiera, ya puestos a ponerle un tono, el color morado, ya que este sí va unido a defender los derechos de las mujeres, es el color feminista, que es el que refleja auténticamente la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres.

Ahora se ha puesto de moda colorear la Alhambra para eventos determinados en nuestra ciudad, vestirla de rosa relacionándolo con las niñas me parece todo un despróposito, ya está bien de que a las niñas, a las mujeres, se nos identifique con símbolos e imágenes que en lugar de promover la igualdad real facilitan la perpetuidad de roles, tradicionalmente por una cuestión de modas y marketing comercial se promociona el uso del rosa para las niñas y el azul para los niños, es una provocación, ni unos ni otras son tan cuadriculados, los colores insisto, no tienen sexo y lo llamativo es que el Ayuntamiento de Granada, gobernado por el PP, colabore en esta iniciativa sin ni siquiera plantear a los organizadores de este evento, yo al menos lo hubiera manifestado, una queja, y más aún,  a posibilidad de trasladar a la ONU que utilice otros colores que no remarquen las diferencias entre hombres y mujeres, es triste que esa sea la imagen que da nuestra Alhambra para homenajear a las niñas, así, manteniendo estereotipos no avanzamos en igualdad.

Pero en último caso, no deja de ser una acción fotográfica, ya que si en realidad quiere apostarse por el acceso universal de las niñas a la educación, si en realidad se quiere velar por la igualdad, menos recortes en recursos para las mujeres y menos leyes excluyentes para la educación de las niñas, más ayudas a la cooperación al desarrollo y a la solidaridad, menos hipocresía.

Me parece estupenda la iniciativa con Estrella Morente a la cabeza de conmemorar este día en favor de las niñas, me parece fantástica la idea de hacerlo en la Alhambra, pero en lo que no puedo estar de acuerdo en absoluto es en la elección de un color que simboliza algo que no es real, las niñas y los niños no se identifican por un color concreto, los niños y las niñas son mucho más plurales que la imagen que se quiere vender de los mismos, es lamentable ver que muchas campañas desde las distintas administraciones y ámbitos para promover la igualdad, para erradicar las imágenes sexistas, y tengamos que ver esto.  Qué retroceso.

Personalmente rechazo la identificación de la Alhambra para visibilizar a las niñas con un color que se usa de modo marcadamente sexista, y leñe, que yo de vez en cuando utilizo prendas rosas, pero no se trata de eso, si no del fondo, desde luego que esta ha sido una oportunidad desaprovechada para lanzar al mundo una imagen diferente, igualitaria y real de los derechos de las niñas, desde luego que hubiera sido mucho más acertado utilizar un color que ya está universalmente reconocido como el de la igualdad de derechos para las mujeres, o sea, como decía antes, el morado.

Por último hay gente a la que le he preguntado qué le parece esta acción y todo el mundo se ha quedado perplejo ¿es una broma? ¿esto qué significa?... y termino con las palabras que me traslada un trovador granaíno "esa "mitología" rancia que aún pretenden sostener a cualquier precio: son valores culturales y antropológicos... que al igual que el sistema económico, necesitan una urgente revisión de sus "relatos" y postulados. Que se puede ir más lejos, y más allá de esa torpe manera de hacernos detener a todos delante de la misma estación "inhóspita" y desvencijada... los trenes que pasan por ahí siempre tienden al regreso a los mismo lugares oscuros..."