Parece que cada vez somos más los que tenemos claro una serie de principios y postulados para romper con la trayectoria anclada en nuestro país de gobernar al margen de la ciudadanía y que aspiramos a una gran convergencia socio política que ponga los intereses de las personas por encima de la voracidad bancaria y de los gobierno sucesivos que la amparan.
En un país en el que la propia Constitución -aunque a muchos no nos represente por ser un documento que ni protege ni se cumple- recoge la pluralidad política, nada es de extrañar y desde luego goza de toda la legitimidad, que aparezcan organizaciones nuevas que pretenden disputar la soberanía al poder del capitalismo para dárselo a la gente.
En estos días han surgido iniciativas de cara a las elecciones europeas, tanto en la izquierda como en la derecha, eso sí, primero se han presentado sin ninguna organización detrás, el aval ha sido el de ser una cara mediática, ya sea por dirigir un programa alternativo y más o menos objetivo, de tertulianos, y menos de tertulianas, o, en el lado opuesto, por haber sido víctima de secuestro de la banda terrorista ETA.
Voy a evitar dar nombres aunque sea claramente identificable de quien hablo, pero lo haré así porque en última instancia considero que igual podía ser un nombre que otro. Titulares como "o esta persona o esta organización política" o "cuando el Psoe se hunde nace una nueva izquierda" o "tendemos la mano a determinada organización política" cuando proceden de supuestos líderes de los mass media pero sin una organización detrás, no puede como poco menos que parecerme pretencioso.
Anteponer a individuos -por mucho que puedan estar comprometidos con determinadas luchas e incluso sean capaces de hacer buenos discursos de izquierdas y hablar de la necesidad de alternativa- a organizaciones socio poĺiticas que llevan en sus espaldas entre 30 o 40 años dejándose la piel y aportando generosamente su capital humano a cualquier tipo de movilización o reinvindicación, sea social o laboral, me parece igualmente pretencioso.
Hablar de nuevo, es una coletilla típica que se utiliza siempre que hay procesos de elección de candidaturas, de "generosidad", sin más, sin recordar las veces que esa organización política le ha abierto sus puertas, le ha cedido sus sillas, sus mesas, sus espacios, etc para plantear sus propuestas y sus discursos, desde luego que para los que ya llevamos tiempo en el interno conociendo que esta palabreja se prostituye continuamente por intereses personalistas, por luchas de cuotas de poder, no deja de ser bastante triste, y desde luego, en realidad, poco generoso.
Y luego se habla de división, de ruptura de la izquierda, de sectarismo, de así no conseguiremos nada si determinada organización no cede. Vaya, los sloganes de siempre y que me plantean una duda ¿se supone que toda una organización con miles de militantes afiliados, que pagan sus cuotas, que se dejan los cuernos día y noche, año tras año, por hacer realidad sus sueños, son menos que una o dos personas mediáticamente llamativas?
No se, pero a mi me han representado siempre las máximas obreras, las que hablan más de trabajadores, de clase obrera, de conciencia de clase y, junto a ellas, de participación democrática, eso que, parece que algunos no hacemos.
Pues bien, en los últimos años la organización a la que pertenezco desde hace más de 20 años, de la que desaparecí por unos escasos 5 años debido a aquella escisión que se produjo tan similar a lo que ahora se plantea, como nueva izquierda, pero a la que por ideología, por cercanía, por respeto y por humanidad de la militancia volví, ha intentado organizar ese frente amplio, bloque social alternativo, refundación de la izquierda, convocatoria social...sí, han sido y siguen siendo muchos los nombres y las ideas para remover todos los obstáculos que nos impiden confluir con otros movimientos sociales y políticos para ser una auténtica alternativa, no al PSOE, no ya al bipartidismo, sino en realidad, a lo que es el verdadero responsable de la crueldad del sistema en el que vivimos: el capitalismo. Aunque este ha sido abiertamente sostenido tanto por el psoe como el bipartidismo.
Y esto, hay que decirlo bien claro y con rotundidad, porque este es el eje central para confluir, este es el enemigo, y mi organización, lo tiene claro. Mis dudas son si toda esa gente que plantea esas alternativas lo tienen tan claro, y si tienen tan claro como debe ser la participación.
Mi organización no es perfecta, claro que no, ninguna lo es, porque todas se conforman de personas, y todos y cada uno de nosotros somos de nuestro padre y nuestra madre, y todos hablamos y pensamos, sí, no nos inocula nadie al afiliarnos un líquido que te absorbe las neuronas y ya no puedes discrepar. Que ofensivos son quienes pretenden hacer calar este discurso tan paternalista y que tan poco respeta nuestra inteligencia.
Para eso están las asambleas de base, los órganos donde se debate y se expone, y se construye desde la dialéctica, desde la autocrítica, y muchos de esos nuevos líderes que surgen, lo saben, pero no se trata de eso, no se trata de enfrentar a unos con otros, en mi opinión, creo sinceramente que estos debates sobran, soy de las que cree en los liderazgos colectivos y que lleven detrás mucho apoyo social fruto precisamente de un trabajo colectivo.
Y que curioso que esas asambleas de base cuando más se llenan de gente es cuando se abren procesos electorales, no cuando se habla de política, sino cuando hay que elegir nombres. Que poco me gusta esa democracia participativa.
El reto es convertirse en un auténtico revulsivo social que haga que se produja un despertar masivo de la gente para que acoja con ilusión una alternativa, pero no es sencillo, máxime en unos tiempos donde la política -ese bello oficio, en el que se da todo por la creencia en el interés general- está tan denostada por culpa de unos cuantos chorizos que se han lucrado con ella y por la estafa democrática en la que nos han metido.
Es un objetivo más que loable, pero es un proyecto nada fácil de conseguir, y en unos pocos meses mucho menos, más allá de que se quede en una acción electoralista nada sólida y condenada a morir sin contar detrás con todo un capital humano que es quien pone en marcha las campañas, acciones, proyectos y sobre todo, esas ilusiones.
Porque en realidad no es cierto la falta de generosidad que se nos achaca a los que militamos en una determinada organización, no digo que no haya que avanzar más en mecanismos de participación pero desde luego que a generosidad no nos gana nadie. Recuerdo la última lista electoral de IU en las municipales de Granada, por poner un ejemplo cercano y fácil de entender, 8 personas que iban en la misma no eran de IU, no militaban en IU y de hecho hoy, siguen siendo cercanas a IU y participan con IU pero prefieren no mezclar su activismo social con el poĺítico y por eso no se afilian, pero vinieron en la lista municipal, e hicieron campaña por IU, y no eran individuos que se representaran asímismos, no, responsables de Economistas sin fronteras, de Granada con Irak, de cooperativas de suelo público, sindicalistas del transporte público o abogados laboralistas, artistas de bellas artes cuyo potencial artístico eran los mensajes protesta en la calle, entre otros, se unieron a IU. ¿y porqué? pues simplemente porque saben que no nos cuesta confluir, porque sabemos que en la suma está la fuerza, y porque el eje es la lucha obrera, la conciencia social, el anticapitalismo.
Por último me llama bastante la atención esas alternativas que surgen y en las que la presencia de mujeres es ausente, lo siento, pero para machos, ya tengo los míos. Si lo que varía es la edad, prefiero los perros viejos sinceramente.
Y para terminar, democracia radical participativa, claro que sí, pero parece que no lo es tanto cuando primero se lanza un nombre, luego se decide desde arriba y por último las bases de esas otras formaciones que quieren confluir. Raro, raro ese mecanismo de participación y que dice que pone a la ciudadanía primero.
Si al final estamos hablando de lo mismo, para este camino en el que es imprescindible avanzar en la suma para combatir el neoliberalismo, los egos al armario, y las buenas intenciones primero sobre una mesa, y luego, lo lanzamos al público. Esas son las buenas formas y que pueden ser creíbles, lo demás, no deja de parecer lo mismo de siempre. Y lo dice una que ya pasó por ahí y sabe de lo que habla.
A algunas ya, no nos divide ni dios. A algunas no nos parece respetuoso que la labor de miles de militantes anónimos de IU, de miles de cargos públicos de IU que día tras día escuchan, se reúnen y se movilizan por reclamaciones ciudadanas diversas y un largo etcétera, se nos trate como si no fuéramos de izquierdas o no hiciéramos nada útil. No, no es respetuoso, nadie, es más que nadie, y ser pretencioso es lo peor que puede haber para conseguir grandes cambios.
Trabajar desde la humildad es la mejor carta de presentación, es lo que te identifica como buena persona. Que cada cuál sea capaz de demostrarlo, no por sí mismo, sino porque te lo reconozcan otros. Y mientras tanto, sigamos en ese proceso de construcción y de unidad, es responsabilidad de todos y de todas, no de unos sí y de otros no.
Totalmente de acuerdo COMPAÑERA
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