Sin perder la esperanza soñar, reír y llorar.
Sin perder la esperanza observar, aprender y actuar.
Sin perder la esperanza, a veces se pierde
Pero gracias a la resistencia humana en los lugares más inhóspito y hostiles no tenemos más obligación que resistir y persistir en ti.
Vida

martes, 27 de noviembre de 2012

De banderas y patriotas

No tengo tiempo para perderlo en responder uno a uno, o una a una, a toda la derecha granaína que anoche se exaltó y ofendió duramente porque simplemente hice referencia a qué banderas se suelen ver en diferentes manifestaciones públicas, en una banderas republicanas y en otras la rojigualda. Hechos, constatados, como que en manifestaciones contra el aborto o ultranacionalistas se visualizan banderas rojigualdas y hechos, constatados, como que en manifestaciones contra la homofobia o laicistas se ven banderas republicanas. 

Esto no supone un alegato contra la rojigualda, es una muestra estadística, y las conclusiones sobre libertad y represión van unidas a los lugares donde se exponen y fundamentalmente hacia qué defienden.

Bien. Es de enorme ignorancia calificar por este hecho a alguien de antiespañola, una cosa es mostrar esas realidades de la calle, y otra bien distinta que eso signifique posicionarse en contra de España. Pero vaya, que el discurso nacionalista de derechas, sí el del nacionalismo españolista, ese que tanto gusta a peperos y upydianos, nada tiene que ver con defender lo que debe suponer enarbolar una bandera. Y mucho menos que una por ello deje de ser o no se considere española. Oigan, que yo soy española, y a mucha honra, igual que soy valenciana, andaluza y de tantos lugares por los que una ha pasado, pero sobre todo, soy ciudadana del mundo, porque la visión que tenemos los rojos sobre nuestro modo de estar en él, es de carácter internacionalista, apelando a nuestra solidaridad con los pueblos oprimidos, esa de la que carecen precisamente los que dicen defender a los españoles. 

Somos de donde somos por pura casualidad, por eso es importante distinguir los enconamientos por banderas o falsos patriotismos. Les comunico que ha sido un placer remover su odio hacia los que defendemos a capa y espada la libertad, los que creemos intensamente en la democracia. Un placer porque nuevamente, ustedes solitos, los de la derecha, han sido los que se han sentido ofendidos y de un modo muy prepotente se erigen en defensores de los españoles. Miren, la defensa de los españoles no se hace con banderas, y sobre todo cuando ustedes izan a la pobre bandera rojigualda para defender sus intereses patrios, los suyos, no los de los españoles. 

Qué triste está esa bandera, tan manida, tan manipulada, tan ultrajada por la derecha española. Ella misma está pidiendo a gritos que se le devuelva su dignidad, que deje de utilizarse como elemento de la unidad patria cuando la realidad es que bajo ella solo se encuentran refugiados los defensores de los recortes, los defensores del ultracatolicismo, los defensores de las normas discriminatorias hacia los inmigrantes, hacia las mujeres, hacia la represión policial, hacia la intolerancia, en definitiva.

Craso error identificar una imagen con una apuesta antiespañolista. Craso error confundir ser españoles con ser españolistas. Que oigan, la bandera republicana, que yo sepa, es española, no sueca. Y los republicanos no nos consideramos extranjeros en nuestro país, somos españoles, por mucho que les pese a los señores y señoras de la derecha granadina.

Por otra parte ¿qué es una bandera? ¿defender un trozo de tela con unos colores concretos es motivo suficiente como para ser antiespañol? No. Lo que es ser antiespañol es utilizar el falso patriotismo para atacar a la vida de las personas. Que es el paragüas bajo el que se esconden todos los que dicen defender España mientras se recortan derechos y libertades, mientras se privatizan derechos universales, humanos, y por supuesto constitucionales, como el acceso a la vivienda, como el derecho al trabajo, como el derecho a la sanidad y la educación públicas. Defender España no es generar más desempleo, no es imponer tasas judiciales violando el derecho a la defensa por imposibilidad económica de acceso a los más pobres, defender España no es defenderla, en definitiva, contra los propios españoles, que es lo que hace la derecha española. 

Que no ultrajen más la bandera, que no manipulen las palabras ni los hechos. Como decía Antonio Romero sustituyamos las banderas por el vino y el jamón y ya verán ustedes lo unidos que estamos. Ya está bien de hipocresías y de demagogias baratas.

Muchos defendemos a España sin necesidad de sacar la rojigualda, no es necesario. El españolismo no se defiende con banderas ni patriotismos falaces, se defiende haciendo políticas para los españoles, esas que no hace la derecha. 

Un patriota se demuestra defendiendo los intereses generales de los españoles, no vendiendo a España a los intereses de la Troika, no sometiéndonos a los dictados de la Merkel, no caminando hacia un rescate que en ningún caso beneficiará a los españoles, sino a los intereses bancarios y de los mercados y por supuesto a los políticos que los defienden.

Ahí es donde se demuestra el patriotismo y lo que representan las banderas. Si la bandera rojigualda efectivamente protegiera a los españoles, si efectivamente cumpliera esa función unitaria y de mirar a los ojos a las personas, para nosotros, los republicanos, serían indiferentes los colores. Pero está claro que el debate es mucho más profundo y lo que realmente esconde son intereses oscuros y nostálgicos de aquellos que tan nerviosos están porque no consiguieron acabar con todos los que en su día defendieron la democracia española frente a una dictadura cruel y asesina, y que hoy, muchos somos sus herederos y con orgullo, español también, apostamos por la recuperación de esos valores que sí son los que deben hacer sentirse orgullosos de levantar determinadas banderas. 

La patria, esa pobre, esa vendida por la derecha a los intereses del capitalismo, no debería estar más que en un lugar: en nuestros zapatos, porque con ellos son con los que caminamos en el mundo superando fronteras, divisiones y odio a lo extraño. En nuestros zapatos están las huellas de nuestro recorrido, y el sendero abierto hacia la libertad, la justicia social y la democracia real. 

No me saquen la rojigualda para defender lo indefendible, no me hablen de patriotismo cuando la patria no existe sin los ciudadanos que la habitan. Esos, a los que la derecha tanto está desprecisando atacando sus derechos básicos. 

Y menos hablar de respeto a la Constitución española por parte de esos que la modifican a su gusto para priorizar el gasto estatal en beneficio de la deuda, deuda no generada por esos ciudadanos españoles a los que dicen defender, a los que están hundiendo en la más absoluta pobreza y arrancando el futuro a miles de jóvenes españoles que ni pueden trabajar y los mandan al exilio, y que además ya no podrán ni estudiar en la Universidad gracias a la discriminatoria y excluyente reforma Wert. 

Menos exaltaciones y hagan ustedes el favor de poner los pies en la tierra. La defensa de una bandera y de una patria se hace apoyando a los españoles. Cosa que les viene muy grande. 

Y oigan, que a mí no me da sarpullidos la bandera rojigualda, que hasta yo, que me mantengo al margen de los acontecimientos futbolísticos por escaso interés en ellos,  me he pintado en más de una ocasión la banderita en la frente, y oigan, que no he enfermado ni nada por el estilo. Menos estupideces por favor.

Por último una cosita, sólo ustedes han contestado masivamente reaccionando con rencor hacia hechos constatables, solo la derecha rancia y facilona de argumentos es la que se ofende. Pues bien, no ofende el que quiere sino el que puede.

Y mezclar este debate con Cuba es patético. Y quien habla de pasar temporadas en infiernos que no prejuzgue porque no conoce ni por asomo los infiernos por los que algunos hemos pasado. Las comparaciones son odiosas, y sobre todo las recurrentes, las de siempre. Qué casualidad que nunca hablan de violaciones de derechos humanos en Afganistán, Irak, Palestina, Siria, el Sáhara, o por un poner, esas que se están produciendo bajo nuestra patria y nuestra bandera en los cárceles para extranjeros que aún para nuestra vergüenza se mantienen en España, esas que se producen por detenciones arbitrarias por secundar huelgas o acudir a manifestaciones en defensa de nuestros derechos, esas que se producen por atacar por medio de multas a cientos de ciudadanos españoles que únicamente están ejerciendo un derecho constitucional como es de concentración o manifestación. 

Como decía Benedetti  "no me cambie las palabras, no me cambie el significado, mire que lo que yo quiero lo tengo bastante claro" "Si usted habla de progreso nada más que por hablar, mire que todos sabemos que adelante no es atrás. Si está contra la violencia pero nos apunta bien, si la violencia va y vuelve no se me queje después. Si usted pide garantías sólo para su corral, mire que el pueblo conoce lo que hay que garantizar, no me gaste las palabras, no cambie el significado, mire que lo que yo quiero lo tengo bastante claro. Si habla de paz, pero tiene costumbre de torturar, mire que hay para ese vicio una cura radical. Si escribe reforma agraria pero sólo en el papel, mire que si el pueblo avanza la tierra viene con él. Si está entregando el país y habla de soberanía, quién va a dudar que usted es soberana porquerí­a, no me gaste las palabras, no cambie el significado, mire que lo que yo quiero lo tengo bastante claro, no me ensucie las palabras, no les quite su sabor y lí­mpiese bien la boca si dice revolución"
No me gaste las palabras
no cambie el significado
mire que lo que yo quiero
lo tengo bastante claro

si usted habla de progreso
nada más que por hablar
mire que todos sabemos
que adelante no es atrás

si está contra la violencia
pero nos apunta bien
si la violencia va y vuelve
no se me queje después

si usted pide garantías
sólo para su corral
mire que el pueblo conoce
lo que hay que garantizar

no me gaste las palabras
no cambie el significado
mire que lo que yo quiero
lo tengo bastante claro

si habla de paz pero tiene
costumbre de torturar
mire que hay para ese vicio
una cura radical

si escribe reforma agraria
pero sólo en el papel
mire que si el pueblo avanza
la tierra viene con él

si está entregando el país
y habla de soberanía
quién va a dudar que usted es
soberana porquería

no me gaste las palabras
no cambie el significado
mire que lo que yo quiero
lo tengo bastante claro

no me ensucie las palabras
no les quite su sabor
y límpiese bien la boca
si dice revolución.

Lee todo en: Las palabras - Poemas de Mario Benedetti http://www.poemas-del-alma.com/mario-benedetti-las-palabras.htm#ixzz2DQAO9svN
No me gaste las palabras
no cambie el significado
mire que lo que yo quiero
lo tengo bastante claro

si usted habla de progreso
nada más que por hablar
mire que todos sabemos
que adelante no es atrás

si está contra la violencia
pero nos apunta bien
si la violencia va y vuelve
no se me queje después

si usted pide garantías
sólo para su corral
mire que el pueblo conoce
lo que hay que garantizar

no me gaste las palabras
no cambie el significado
mire que lo que yo quiero
lo tengo bastante claro

si habla de paz pero tiene
costumbre de torturar
mire que hay para ese vicio
una cura radical

si escribe reforma agraria
pero sólo en el papel
mire que si el pueblo avanza
la tierra viene con él

si está entregando el país
y habla de soberanía
quién va a dudar que usted es
soberana porquería

no me gaste las palabras
no cambie el significado
mire que lo que yo quiero
lo tengo bastante claro

no me ensucie las palabras
no les quite su sabor
y límpiese bien la boca
si dice revolución.

Lee todo en: Las palabras - Poemas de Mario Benedetti http://www.poemas-del-alma.com/mario-benedetti-las-palabras.htm#ixzz2DQAO9svN

Mario Benedetti



Las palabras




No me gaste las palabras
no cambie el significado
mire que lo que yo quiero
lo tengo bastante claro

si usted habla de progreso
nada más que por hablar
mire que todos sabemos
que adelante no es atrás

si está contra la violencia
pero nos apunta bien
si la violencia va y vuelve
no se me queje después

si usted pide garantías
sólo para su corral
mire que el pueblo conoce
lo que hay que garantizar

no me gaste las palabras
no cambie el significado
mire que lo que yo quiero
lo tengo bastante claro

si habla de paz pero tiene
costumbre de torturar
mire que hay para ese vicio
una cura radical

si escribe reforma agraria
pero sólo en el papel
mire que si el pueblo avanza
la tierra viene con él

si está entregando el país
y habla de soberanía
quién va a dudar que usted es
soberana porquería

no me gaste las palabras
no cambie el significado
mire que lo que yo quiero
lo tengo bastante claro

no me ensucie las palabras
no les quite su sabor
y límpiese bien la boca
si dice revolución.


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