La democracia empieza en los barrios

Empecé anoche a escribir este post, y lo acabé dejando a las 2 de la madrugada porque estaba demasiada enojada y decir las cosas en caliente a menudo no es lo más efectivo.

Asistí ayer por la tarde a la reunión mensual del "supuesto órgano de participación ciudadana" que son las Juntas Municipales de Distrito, órganos para regular las peticiones de demandas vecinales en las ciudades. En Granada hay ocho. Bien. Soy Concejala del Ayuntamiento de Granada y uno de los Distritos que me toca es Norte. Por querencia, porque fue el barrio de Casería de Montijo ubicado en este distrito el que me dió acogida cuando llegué de mi tierra natal, Alicante. 

Lamentablemente voy con voz pero sin voto, no soy vocal, porque el reglamento que regula las juntas de distrito no da derecho a serlo en los 8 distritos. ¿por qué? ¿Por no perder tiempo? Lo lógico sería que todas las fuerzas políticas con representación municipal pudieran tener vocales en las juntas de distrito, pero no, mira por donde que aquí no tenemos voz. Sólo tenemos representación en tres distritos.

Conozco los barrios de Norte. Y el PP también. Y sabe con quien puede y con quien no llegar a acuerdos. Y los demás también lo sabemos. Y en la zona más degradada y excluída de Granada los acuerdos pueden ser de muchas clases.  

Hay desencanto, frustración, despues de doce años que llevo viviendo en Granada, la zona norte sigue igual, y el abandono ya era histórico.

Pero queda poder de unos vecinos sobre otros, debidamente enmarcados políticamente, no tanto por ideología, que también, sino por esa triste característica de algunos humanos que es la falta de principios, y en muchos casos por la ignorancia. Que juega un papel importante en la facilidad de los acuerdos.

Etica y política, política y moral

Fácil decirlo. Difícil demostrarlo para algunos.

Si hablas del distrito norte de Granada, con más de 30.000 habitantes, todavía te encuentras gente que te dice que por esa zona no le gusta ir, que es peligrosa e insegura. 

A mí nunca me ha pasado nada. Bueno, a pocos días de llegar a Granada, invierno crudo, ciudad por descubrir para mí (aunque mi padre fuera granaíno, cueveño pa ser exactos)  tras dejar atrás 29 años de tu vida, pero no del todo, y a punto de parir, presencié un navajazo, la sangre corría por las escaleras de la calle, yo lo ví, desde la ventana de mi dormitorio. 

Pero en general el problema de la delincuencia o la violencia no es que esté instalado en la zona norte. Estas "virtudes" se instalan en los núcleos abandonados, es lo que tiene la segregación. La exclusión es mala compañía para el funcionamiento democrático de una sociedad. Y esto le viene bien a algunos hasta que aparecen voces discordantes. Y cuando aparecen, se demuestra claramente como se trata a quien discrepa. Y como se manipula y se miente. 

En la junta de distrito se me ocurrió decir que "la carretera de Alfacar lleva años echa una mierda" y me dijeron que estaba faltando al respeto ¿a quien? ¿a la carretera? Pues que la arreglen ya, coño. 

Ya no digo más tacos. Que me lío. Es lo que tiene venir de un barrio muy humilde. Sabes lo que te cuesta la vida. Y no tener educación es lo peor que le puede pasar a la gente. Pero yo he estudiado eh. Que soy licenciá. 

Bromas aparte, el caso es que desde el PP, el concejal de turno, que preside la mesa en las juntas de distrito como alcalde de barrio, tiene siempre mucha prisa por terminar de hablar con los vecinos. Ayer dijo que no era por él vaya, pero que había fútbol y a ver si agilizábamos. 

Después para evitar asumir una responsabilidad municipal, el arreglo de la carretera de Alfacar, una carretera del distrito con años de demanda vecinal porque su estado es lamentable, deciden responsabilizar a una empresa de la Junta de Andalucía, qué raro, pero que resulta que es de mantenimiento de bosques y parques naturales. Pues digo yo que no tiene nada que ver con el asfaltado de una carretera urbana. He pedido que me lo expliquen, si tienen el documento donde eso se reconoce, que me deje verlo. Y para entreterme en la búsqueda de información, transparencia le dicen, para eso estamos también los concejales en la oposición, para supervisar la gestión municipal, me insta a que lo pida por escrito, absurdo, porque en estas reuniones se hacen actas, y si lo pido desde un órgano de participación ciudadana ¿por qué no vale? Ellos ganan tiempo para hacernos más difícil encontrar lo que buscamos. Que en este caso seguro que no existe. 

Compañeros demócratas del PP, los andaluces han votado izquierda, y tras los resultados no es difícil deducir porqué tipo de izquierda han optado. Asúmanlo de una vez. Ahí estamos, y nos toca gobernar, mi organización ha decidido ser responsable y es todo un reto colectivo para un proyecto que va más allá de gobernar una institución local o autonómica. Porque el reto es global. 

Y si no les gusta, no se quejen, que aún no hemos empezado a quemar iglesias, como ustedes quitando símbolos de defensores de la democracia por numerosas ciudades. Y negándose a eliminar otros de reconocido contenido golpista.

No se asusten por estas palabras, ni pidan una comisión de investigación, que no vamos a incendiar nada, no es nuestro estilo, de momento. 

Dejen a Andalucía en paz. Que por estas tierras hay mucho paro, y las redes de ayuda se terminan.

Déjennos hacer sin sogas al cuello. 

Por último le pregunté al alcalde de barrio por el arreglo del Parque 28 de febrero, y no me contestó. Directamente. 

Le pedí que se lo explicara a los vecinos allí presentes. Y no me contestó. 

Y además tras increparle, se negó a contestar. No se enteró nadie de la obra que va a hacer el PP en su barrio. 

Al fin y al cabo, "pa qué", para decirles que van a hacer una chapuza y sin contar con los parados de la zona norte, que son muchos, y se les echen encima de indignación. Estamos hablando de un distrito con un 70% de paro. 

El representante político no dio explicaciones y tras negarme la respuesta, me largué porque no soporto esta forma de defender la democracia con comportamientos antidemocráticos, porque el poder, siempre, es del pueblo. 

No soporto el engaño. Y no hablo de mí, que al fin y al cabo tengo las herramientas para intentar acceder a la información que se maneja dentro del Ayuntamiento, aunque no siempre es fácil, tengo solicitudes de información pendientes sin contestar desde hace meses. Pero como decía, no es por mí, sino por la ciudadanía. Que tiene derecho a saber.

Y para estas cosas estamos también los concejales. Para contar a quien interese lo que hacemos por la ciudad a la que estamos representando porque así lo han querido más de nueve mil ciudadanos.

Lástima que no sea suficiente la representación, no tenemos suficiente poder para cambiar muchas cosas. Mientras tanto, nos queda la denuncia y el pataleo, dentro y fuera del Ayuntamiento. Y conseguir que se sume más gente a la lucha global.

Y empezar por los barrios es urgente, es el principio de la creación del sujeto colectivo en la sociedad. Tan vital e imprescindible en estos días. Y que no solo seamos los representantes públicos los que nos movamos por los barrios también es importante. Ayer la junta de distrito estuvo abarrotada de gente. Y esto les pone nerviosos, no les gusta tanta presencia ciudadana, así que, yo desde aquí animo a quien me lea, a quien sienta la necesidad de seguir construyendo ciudadanía, a quien crea que la democracia que tenemos es insuficiente, a que participe en estas asambleas de barrio, a que acuda y pida explicaciones de las cosas que se necesitan en los barrios y no se hacen. Porque por aquí se empieza, y si conseguimos democratizar los barrios, si conseguimos que la gente participe en la cotidianeidad vecinal, es cuando estaremos en condiciones de construir ese poder popular que haga que la democracia tenga sentido. Nada se crea desde arriba, nada se configura desde lo abstracto, con el lema que nos caracteriza a los que nos consideramos internacionalistas: piensa global, actúa local, es como se ejerce esa ciudadanía responsable.

No es imposible, solo hay que intentarlo. La apatía y la pereza, la sumisión y la comodidad, son nefastas amigas de la democracia, se le pone fácil el camino a quien gobierna para ejecutar decisiones con las que seguramente no se esté de acuerdo, si no encuentra ningún obstáculo, ninguna queja, ninguna protesta.

Democratiza tu barrio, tu bloque de vecinos, tu entorno, empieza por ahí, lo demás vendrá solo.