Sin perder la esperanza soñar, reír y llorar.
Sin perder la esperanza observar, aprender y actuar.
Sin perder la esperanza, a veces se pierde
Pero gracias a la resistencia humana en los lugares más inhóspito y hostiles no tenemos más obligación que resistir y persistir en ti.
Vida

miércoles, 22 de diciembre de 2010

La lotería de Navidad


En breves horas los niños de San Ildefonso repartirán millones de euros y muchos españoles asistirán como cada año, papeleta y décimos en mano a esta jornada en la que algunos sueños se verán cumplidos y los de la mayoría se evaporarán como si nada hubiera pasado, eso sí, con el monedero algo más vacío por el correspondiente desembolso económico en la compra de lotería.

No ha habido contención en el gasto a la hora de llegar a este día, pese a la crisis y fundamentalmente por ella. La lotería de navidad es un fenómeno nacional, un acontecimiento donde el que más o el que menos lleva algo de esperanza monetaria en el bolsillo. Este año esa esperanza ha sido la gran causante del aumento de la participación en este 22 de diciembre. Y es que por lo que me han dicho y yo misma he podido comprobar, estos días ha habido más cola en las administraciones de lotería que en la puerta del INEM.

La compra de lotería por internet, ahora que de momento navegamos un poco más libres, se ha incrementado en un 25%. Parece que las administraciones de lotería han aumentado en un 1% la venta de ilusión con respecto al 2009. El director comercial de las loterías comenta que con la crisis la gente consume menos productos de ocio, considerando en este caso el juego de la lotería como parte de ese ocio. Y aduce que esto es buen síntoma de la mejora económica.

Yo creo que no es necesariamente así. Efectivamente cuando una persona se encuentra al borde de sus posibilidades limita el gasto y lo mantiene en lo esencial, pero también es cierto que cuando las condiciones económicas son muy desfavorables, como es nuestro caso, la "ilusión" de mucha gente es conseguir siquiera un sueldo mensual. Que no es mucho pedir, pero ahí está no ya la ilusión y la esperanza sino sobre todo la desesperación. En la recién salida del horno encuesta del IESA, un 6% asegura que se quedará sin trabajo en los próximos 6 meses y un 22% ve probable que pasará a engrosar las listas del paro. Esto obviando que un 55% de los encuestados contestaba que ya estaba en el paro.

No es para menos ni debe extrañarnos tanto que aumente el gasto de lotería, porque cuando no hay lo poco que queda se puede soñar con querer estirarlo un poco más con algo de suerte. Y en el fondo es una putada, pues lo poco que inviertes en realidad te hace falta. Pero, y si le toca a tu compañero de trabajo, tan puteado como tú, o al que lleva la mercería de tu barrio y que te ha ofrecido, o esa vecina que te cambia tu lotería por la suya. Y si tocara.

Seguramente si eso sucediera, Nicolás podría dormir tranquilo por primera vez tras meses en paro. Luisa se relajaría un poquito y haría menos horas extras de esas que en la mayoría de los casos no le pagan. Quizá a Paula y a Andrés les subiría la autoestima y al frigorífico y la despensa también. Es muy probable que Jaime pueda recuperar su vivienda y que Alicia respire pues la cuesta de enero, al desaparecerle los 426 euros, ya no será una misión imposible. Tu hermano podría volver a comer en casa tras 3 meses comiendo en casa de tu madre y tu madre podría dejar de coser de una vez que ya tiene 65 años y la pobre no ve ni torta. Y sería una alegría para Irene volver a llevar a sus hijos a esa escuela pública que por falta de convenio ha incrementado el importe de sus matrículas y que tuvo que abandonar el pasado año.

En unas horas todo habrá sucedido para algunos mientras que para otros todo seguirá igual. Lo malo es que las colas del paro seguirán siendo largas, y las de la lotería desaparecerán, hay mucha gente que no compra lotería a lo largo del año y que en navidad lo hace. Estoy convencida de que ha habido un aumento también debido a los nuevos compradores, que nunca han jugado pero que este año, y por hacer una excepción, ocasión lo merece, han probado suerte a ver si salimos de esta, aunque sea por azar.

Y eso es lo peor. Que el azar es una esperanza este 22 de diciembre. El más mendigo de los últimos años. El más deseado. El más rezado me atrevería a decir y el que más carga laboral lleva implícito.

Mañana los salarios impagados de cada mes, los despidos, los deshaucios y los cierres de comercios cruzarán los dedos a ver si los niños le cantan algo que les llene la arcancia. Porque este año la necesidad apremia y las alternativas son pocas. Porque este año ha conocido a la lotera de su barrio y preferiría no haberlo hecho, no por nada, sino porque quizá ya no volverá a dejar de verla. Si mañana el azar no le da un sueldo no sabe adonde irá. No hay Gobierno que lo arrope y quizá forme parte de ese 20% de andaluces que en la encuesta arriba mencionada se han visto obligados a pedir dinero a sus familiares o amigos. Quizá si mañana no tiene suerte su moral se venga un poco más abajo y tendrá que guardarse la dignidad en el cajón para seguir mendigando ayuda.








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