Sin perder la esperanza soñar, reír y llorar.
Sin perder la esperanza observar, aprender y actuar.
Sin perder la esperanza, a veces se pierde
Pero gracias a la resistencia humana en los lugares más inhóspito y hostiles no tenemos más obligación que resistir y persistir en ti.
Vida

miércoles, 30 de marzo de 2011

Silencio, prohibido venderse



Ya se han convocado las elecciones municipales de mayo de 2011, en menos de dos meses muchos Ayuntamientos cambiarán de signo político.

Pero el telón publicitario está echado. Todo el mundo a callar y a no dar la tabarra con las elecciones hasta el 6 de mayo, que es cuando comenzará la campaña electoral.

Claro que algunos y algunas llevamos de campaña toda la vida. Porque elegimos vivir reaccionando ante lo injusto. Porque cada suceso, decisión o norma que se adopta que afecta a los derechos de las personas nos hace actuar. Será más difícil para otros no hacer propaganda electoral, para nosotr@s solo supondrá seguir trabajando como lo hemos estado haciendo hasta ahora. Denunciar y reivindicar, proponer y conversar, encontrarnos y des-encontrarnos...todo esto forma parte de nuestra propia dinámica viva en la organización en la que me encuentro. Porque no somos un partido político al uso, somos más que algo político pues nuestra base está en la calle y por lo tanto en lo social, con lo que la definición exacta es de movimiento socio-político. Y a un movimiento de este tipo complicado es pararlo. Porque no muere tras las elecciones. Sigue moviéndose pues su campaña eres tú. Y tus problemas nunca desaparecen, y eso sí nos importa.

Tenemos limitaciones con la reforma electoral, que para variar no ha sido la esperada y valiente reforma que esperan muchos ciudadanos y ciudadanas, la de la ley d'hont, sino una vuelta más en el nudo que ya nos roba representantes de los y las votantes. Pero no importa. Somos una herramienta a tu servicio y tú eres quien justifica que existamos. Por el camino nos conocemos, que ya llevamos andado un rato largo juntos y no hay más campaña que esta.

Codo con codo, mano a mano, pasquín a pasquín nos hemos ido descubriendo, y nos aceptamos porque somos lo mejor que hay al otro lado de la orilla, esos que resistimos la llegada del tsunami de la derecha y que a fuerza de acciones se une y se compromete a no resignarse.

Porque no hay más remedio, y porque nos gusta sentirnos así de rebeldes. La sangre corre más rápido, los latidos son más fuertes y la mente es más ágil.

Queda prohibida la resignación.

La mujer libia a la que violaron quince cerdos (con todos mis respetos al mundo porcino) del ejército de Gaddafi hizo algo que será un despertar para la violencia contra las mujeres en el mundo árabe: enseñar en medios públicos sus ensangrentadas piernas, declarar lo que le hicieron. O sea, lo que aquí sería una denuncia y que en su mundo es toda una hazaña: salir, atreverse a denunciar. Dijo basta y no se resignó. Huele a cambio.

Egipto, 28 de enero de 2011 "el día en que perdimos el miedo". ¿Vamos a perder el miedo ahora porque no se pueda hacer "oficialmente" campaña?

No tenemos nada que demostrar. Por los pasos dados deberemos ser juzgados. Deberás valorar el trabajo y ponerle nota. Y tú eres quien mejor sabes quiénes somos. En tu mano izquierda está nuestra voz, que es la tuya.

Seguiremos trabajando para transformar, que no es campaña, es trabajo. El de siempre, el que sabemos hacer. Nuestro silencio será el legal, el que no permite venderse a través de empresas, ni vallas publicitarias, ni cuñas de radio, pero nuestras bocas no pueden permanecer cerradas cual corderos esperando su degüello, esto no es campaña, es nuestro trabajo.

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