Sin perder la esperanza soñar, reír y llorar.
Sin perder la esperanza observar, aprender y actuar.
Sin perder la esperanza, a veces se pierde
Pero gracias a la resistencia humana en los lugares más inhóspito y hostiles no tenemos más obligación que resistir y persistir en ti.
Vida

jueves, 12 de febrero de 2015

Los principios






Confucio “Hoy no interesar progresar, sino tener éxito. No espero encontrar al hombre perfecto. Me contentaría con hallar a un hombre de principios. Pero es difícil tener principios en estos tiempos en que la nada pretende ser algo y lo vacío pretende estar lleno”


Estoy afiliada a IU desde 1991. Pago mis cuotas y viajo generalmente por mi cuenta a donde haga falta, la militancia puede no ser un principio para algunos pero ser militante es más que hacer campañas mediáticas y tener éxito con cuatro slóganes, la política es más seria que eso. 

24 años llevo organizada para cambiar este mundo injusto, irracional, desmemoriado, inculto, manipulable y sostenido por un régimen de cambio entre lo mismo y lo mismo, si IU o la Izquierda Plural llegara al poder y tuviera que devolverme económicamente los servicios prestados, entonces sí dejaría esta organización de la que tanto llevo aprendido y con la que he crecido política y socialmente. Yo no milito para eso. La exigencia a lo público es la devolución de derechos, no la compra de voluntades.

Pensar así solo requiere de principios. Nadie me dijo nunca que por salir a la calle y encontrarme con otras personas reclamando juntas el fin de la invasión de Irak, año en que gracias a un profesor de la Universidad de Alicante empecé a luchar organizadamente en IU, nadie me dijo que por eso, años más tarde, resulta que el Estado (ayuntamientos y gobiernos autónomicos lo son), me iban a recompensar. Gracias si es un reconocimiento a los que luchan, a los que llevan décadas intentando ese otro mundo posible, gracias incluso si hay otras organizaciones que apoyando esos proyectos son dignas de poder recibir ayudas públicas si el fin de su idea es ético y útil, pero no hablamos de eso.

Que una fuerza que aspira a gobernar prometa devolución de la financiación de su campaña con la devolución de las subvenciones a los partidos políticos tras el resultado electoral, sinceramente, para mí, no es muy ético. Lo público es de todos chicos y los favores los pagas de tu bolsillo, no del mío.

IU siempre ha hecho las campañas a fuerza de esfuerzo militante y donaciones de simpatizantes, también pidiendo préstamos claro, pero no que nos lo presten a nosotros los simpatizantes y/o futuros votantes, y les protemamos devolvérselo, no aspiramos a ser un banco, ni mucho menos. Aspiramos a que la gente nos de su confianza por nuestro trabajo, nuestro proyecto político, nuestras ideas, no hacemos trapicheos ni mercadeamos con la ilusión de la gente. 

Pero claro, también es cierto que una buena parte del electorado de IU está entre las clases más desfavorecidas, y por supuesto, sus bolsillos no están como para pedirles que se lo quiten de su hambre para nuestras campañas electorales.

Como hablamos de tener principios, militar por la igualdad, por el no a la guerra, contra el capitalismo y la pobreza que genera, por las ciudades habitables, por el empleo digno, por la no criminalización de la inmigración, por la libertad...es militar en tu cotidianeidad, en tu forma de vivir y de ver lo que te rodea y cuando lo que ves no te parece justo, combatirlo y conseguir derechos, eso es la política, derechos y deberes, de todos. Pero ojo, iguales desde la diferencia de clases que se muestran descaradamente cuando sabemos que más de un 31% de andaluces está en situación de pobreza y exclusión social y que Botín está en la lista Falciani. 

Tener principios no es cómodo, en absoluto, te da verdaderos quebraderos de cabeza, puedes dejar pasar acontecimientos que quizá fueran oportunidades, y quedarte en el paro, y sobrevivir, puede que si vives en situación de pobreza resulte que cualquier trabajo sea necesario, y puede ser que si pasas por múltiples formas de explotación laboral al final sepas contra quien combates, quien es tu enemigo, y de lo vivido se aprende, y si es de forma colectiva, mejor.

Hablamos de un pago-devolución con dinero público, de todos, a los que te hagan campaña financiándotela y luego claro, te voten.

Eso en mi pueblo se llama comprar votos, de toda la vida. Y empezar a crear nuevas redes clientelares, o sea, más de lo mismo. 

Los principios son esas convicciones importantes en la vida de una persona y parece ser que hay muchos tipos de principios y que la estabilidad en los mismos es perjudicial para los cambios. Yo creo que no, tener principios supone entre otras cosas rechazar que te pidan pasta para conseguir el poder y que luego si eso, cuando sea una realidad, te den unas cuantas subvenciones, así sin más, a bocajarro. Joder con los de la casta.

Entiendo cada vez más lo del no posicionamiento ideológico, eso es lo malo, que lo entiendo...

Pero sobre todo tener principios es vivir menos feliz, en tanto en cuanto tu vida no gira en torno a tu pequeño círculo y con unos valores concretos, individualistas, sino que te reconoces como parte de un todo y dentro de ese todo con una población específica y sufres cuando se violan derechos humanos y entonces te implicas, tener principios es sufrir y trabajar mucho, renunciando por ese otro mundo posible a mucha vida personal.

Mis principios son inamovibles, y estoy convencida de que así permanecerán los años que me queden de vida. Al capitalismo solo se le combate a la cara, no jugando con el para que parezca que se le engaña. A este bicho malo hay que dispararle a la cara y esa es la columna vertebral de la izquierda transformadora.

Pena negra que algunos pretendan sumar restando e incluso practicando acciones de financiación que son de dudosa ética, en este momento histórico puede que al final, la acabemos cagando, como siempre, y tengamos lo que nos merecemos por no estar a la altura de las circunstancias, el respeto no debería perderse nunca, y menos, a aquél que te ha dado de mamar...

Tener principios te hace libre y sólido, seguro, quizá si durante estos últimos 30 años unos cuantos los hubiéramos perdido hoy ya no quedaría nada.











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