Confucio
“Hoy no interesar progresar, sino tener éxito. No espero encontrar
al hombre perfecto. Me contentaría con hallar a un hombre de
principios. Pero es difícil tener principios en estos tiempos en que
la nada pretende ser algo y lo vacío pretende estar lleno”
Estoy
afiliada a IU desde 1991. Pago mis cuotas y viajo generalmente por mi
cuenta a donde haga falta, la militancia puede no ser un principio
para algunos pero ser militante es más que hacer campañas
mediáticas y tener éxito con cuatro slóganes, la política es más
seria que eso.
24 años
llevo organizada para cambiar este mundo injusto, irracional,
desmemoriado, inculto, manipulable y sostenido por un régimen de
cambio entre lo mismo y lo mismo, si IU o la Izquierda Plural llegara
al poder y tuviera que devolverme económicamente los servicios
prestados, entonces sí dejaría esta organización de la que tanto
llevo aprendido y con la que he crecido política y socialmente. Yo
no milito para eso. La exigencia a lo público es la devolución de
derechos, no la compra de voluntades.
Pensar
así solo requiere de principios. Nadie me dijo nunca que por salir a
la calle y encontrarme con otras personas reclamando juntas el fin de
la invasión de Irak, año en que gracias a un profesor de la
Universidad de Alicante empecé a luchar organizadamente en IU, nadie
me dijo que por eso, años más tarde, resulta que el Estado
(ayuntamientos y gobiernos autónomicos lo son), me iban a
recompensar. Gracias si es un reconocimiento a los que luchan, a los
que llevan décadas intentando ese otro mundo posible, gracias
incluso si hay otras organizaciones que apoyando esos proyectos son
dignas de poder recibir ayudas públicas si el fin de su idea es
ético y útil, pero no hablamos de eso.
Que una
fuerza que aspira a gobernar prometa devolución de la financiación
de su campaña con la devolución de las subvenciones a los partidos
políticos tras el resultado electoral, sinceramente, para mí, no es
muy ético. Lo público es de todos chicos y los favores los pagas de
tu bolsillo, no del mío.
IU
siempre ha hecho las campañas a fuerza de esfuerzo militante y
donaciones de simpatizantes, también pidiendo préstamos claro, pero
no que nos lo presten a nosotros los simpatizantes y/o futuros
votantes, y les protemamos devolvérselo, no aspiramos a ser un banco, ni mucho menos. Aspiramos a
que la gente nos de su confianza por nuestro trabajo, nuestro
proyecto político, nuestras ideas, no hacemos trapicheos ni
mercadeamos con la ilusión de la gente.
Pero
claro, también es cierto que una buena parte del electorado de IU
está entre las clases más desfavorecidas, y por supuesto, sus
bolsillos no están como para pedirles que se lo quiten de su hambre para nuestras
campañas electorales.
Como
hablamos de tener principios, militar por la igualdad, por el no a la
guerra, contra el capitalismo y la pobreza que genera, por las
ciudades habitables, por el empleo digno, por la no criminalización
de la inmigración, por la libertad...es militar en tu cotidianeidad,
en tu forma de vivir y de ver lo que te rodea y cuando lo que ves no
te parece justo, combatirlo y conseguir derechos, eso es la política,
derechos y deberes, de todos. Pero ojo, iguales desde la diferencia
de clases que se muestran descaradamente cuando sabemos que más de
un 31% de andaluces está en situación de pobreza y exclusión
social y que Botín está en la lista Falciani.
Tener
principios no es cómodo, en absoluto, te da verdaderos quebraderos
de cabeza, puedes dejar pasar acontecimientos que quizá fueran
oportunidades, y quedarte en el paro, y sobrevivir, puede que si
vives en situación de pobreza resulte que cualquier trabajo sea
necesario, y puede ser que si pasas por múltiples formas de
explotación laboral al final sepas contra quien combates, quien es
tu enemigo, y de lo vivido se aprende, y si es de forma colectiva,
mejor.
Hablamos
de un pago-devolución con dinero público, de todos, a los que te
hagan campaña financiándotela y luego claro, te voten.
Eso en mi pueblo se llama comprar votos, de toda la vida. Y empezar a crear nuevas redes clientelares, o sea, más de lo mismo.
Los principios son esas convicciones importantes en la vida de una persona y parece ser que hay muchos tipos de principios y que la estabilidad en los mismos es perjudicial para los cambios. Yo creo que no, tener principios supone entre otras cosas rechazar que te pidan pasta para conseguir el poder y que luego si eso, cuando sea una realidad, te den unas cuantas subvenciones, así sin más, a bocajarro. Joder con los de la casta.
Entiendo cada vez más lo del no posicionamiento ideológico, eso es lo malo, que lo entiendo...
Pero
sobre todo tener principios es vivir menos feliz, en tanto en
cuanto tu vida no gira en torno a tu pequeño círculo y con unos
valores concretos, individualistas, sino que te reconoces como parte
de un todo y dentro de ese todo con una población específica y
sufres cuando se violan derechos humanos y entonces te implicas,
tener principios es sufrir y trabajar mucho, renunciando por ese otro
mundo posible a mucha vida personal.
Mis
principios son inamovibles, y estoy convencida de que así permanecerán los años que me queden de vida.
Al capitalismo solo se le combate a la cara, no jugando con el para
que parezca que se le engaña. A este bicho malo hay que dispararle a
la cara y esa es la columna vertebral de la izquierda transformadora.
Pena
negra que algunos pretendan sumar restando e incluso practicando acciones de financiación que son de dudosa ética, en este momento histórico
puede que al final, la acabemos cagando, como siempre, y tengamos lo
que nos merecemos por no estar a la altura de las circunstancias, el
respeto no debería perderse nunca, y menos, a aquél que te ha dado
de mamar...
Tener
principios te hace libre y sólido, seguro, quizá si durante estos
últimos 30 años unos cuantos los hubiéramos perdido hoy ya no
quedaría nada.
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