Veintiuna mujeres provenientes de Cataluña, Granada, Madrid, Sevilla y
Extremadura hemos formado la delegación de mujeres contra la violencia de
género Marhaba, trabajando con el
proyecto preparado por Pau Ara i sempre,
Helia y la Fundación Socialismo sin Fronteras.
Además de las entrevistas, también queríamos ver en directo la
situación del pueblo palestino… Nos hemos solidarizado tantas veces con
esta causa en nuestro territorio…. Para la mayoría era nuestra primera
visita a Palestina.
Mientras el bus nos acercaba a Betlem, nuestro ‘centro de
operaciones’, pronto pudimos ver el MURO en directo, esa cosa alta,
oscura, sinuosa, horrible que aparece en el horizonte y se va acercando y
acercando… y vuelves a encontrártela, ya sea en el campo o en la
ciudad… el MURO ilegal del que Israel lleva construidos ya unos 400 kms.
Placas de cemento de ocho metros de altura… ¡Que pasada!
Primer día. No pudimos empezar con las actividades previstas porque
Salam quedó bloqueada en Nablus varias horas, al cerrar el ejército israelí los
check point de esa ciudad. No decides tu el ritmo de tu vida, lo deciden
ellos.
Nos fuimos a hacer turismo, y en Betlem además de la emblemática
basílica de la Natividad, te encuentras con los asentamientos judíos que se
empezaron a construir en 2004, complejos arquitectónicos –ilegales-
amenazantes sobre las ciudades palestinas.
El lunes a tope. La primera entrevista, en el centro de acogida Mehwar para mujeres maltratadas. Nos dieron
algunos datos: 95% de los niños y niñas que viven en la franja de Gaza y el 68%
de los niños en Cisjordania padecen consecuencias psicológicas varias por haber
sufrido violencia directa o indirecta y nos explicaron el funcionamiento de la
casa, las mujeres que hay –la mayoría jóvenes-, cómo llegan al
centro,…
Hasta hace poco ésta era la única casa de acogida Palestina, pero ahora
hay un centro de urgencia en Jericó y están construyendo otra casa en Nablus.
Esta cuenta con un gimnasio y una guardería para el uso de la población en general.
Una de las preocupaciones del centro es que no quede aislado de la comunidad.
Realizamos algunos talleres que habíamos preparado para las jóvenes
(relajación, origami,…)
Comida rápida y nueva entrevista. En el Centro de Asociaciones de la
Mujer, con una representante de la asociación TAM
de mujeres periodistas. Asesoran a nivel de periodismo, radio…
Realizan documentales. Han hecho 20 películas (sobre Hebrón, la poligamia, la
violación de la mujer dentro de la familia, salud, los jóvenes, sobre la
corrupción en la administración palestina).
En 20 años han pasado unas 16.000 mujeres palestinas por las cárceles
israelíes, la mayoría con ‘arrestos administrativos’. Ahora hay
solo 35 encarceladas, pero seis meses atrás había 150. La violencia que padecen
en prisión y antes, en los interrogatorios, es muy fuerte. Nos agradecen
nuestro interés por la situación de la mujer palestina…
Tercer encuentro. En el campo de refugiados de Ramallah, donde en 1 km²
viven 8500 personas. Conversamos con mujeres usuarias del centro social y
también con trabajadoras del mismo, donde hay diferentes actividades (formación
de personas con discapacidades, atención sanitaria, odontología, planificación
familiar y talleres profesionales de estética). De primera mano nos van
contando que la mujer palestina es madre, viuda, hija,.. que es la que cuida,
que se encarga de más de lo que puede, tienen mucha presión psicológica, no hay
trabajo, está el muro,…
Después en el ayuntamiento, la alcaldesa de Ramallah nos explica como
el muro separa palestino de palestino. Ramallah es la capital de la Autoridad
Nacional Palestina, pero esperan que algún día vuelva a serlo Jerusalén….
Visita rápida a las tumbas del poeta palestino Mahmud Darwish y de
Yasser Arafat.
Por la tarde, mientras una parte de nosotras comparte con los
representantes del Ministerio de Relaciones Exteriores de Ramallah información
sobre la política actual y de las estrategias a seguir para el reconocimiento
del estado palestino…. La otra, nos entrevistamos con representantes de
la Unión de Mujeres Palestinas. Llevan trabajando desde los años 80 por los
derechos de la mujer y contra la ocupación israelí. Algunas pinceladas de la
entrevista... Durante la primera Intifada la mujer participó en todos los
ámbitos… estuvieron en desacuerdo con los acuerdos de Oslo… Ahora
hay juzgados palestinos, pero no funcionan, se cambian leyes que se adaptan a
las israelíes… Tenemos proyectos pero todo se paraliza por la división
existente entre las fuerzas palestinas…. Tenemos leyes preparadas para
cuando llegue el momento,…
…. La mujer palestina sufre violencia en diversos ámbitos: Por la
ocupación. Cuando te cogen las tierras, derriban tu casa, se llevan a tus
hijos… el sufrimiento es muy grande. Querrían otras cosas para su
vida… y además están las cosas derivadas de las tradicionales… no
hay igualdad, las cosas van para atrás…
Al finalizar, necesitamos volver rápidamente a Betlem para visitar el
campo de refugiados, pero…. en el check point los soldados israelies nos
hacen dar la vuelta e ir por otro lado. Lo que era una ruta de 15 minutos se
convierte en un viaje de más de 2 horas, ergo
nos quedamos sin la visita al campo de refugiados.
Esa tarde el ICADH nos dice que el ejército israelí ha arrasado un
poblado beduino en el desierto del Negev. No nos lo pensamos dos veces, al día
siguiente nos toca visitar algunas cooperativas de mujeres beduinas en la zona,
pues allí que iremos. No obstante, algunas compañeras jóvenes no lo ven claro,
acaso peligroso. Recuerdan que el objetivo de la delegación es el contacto e
intercambio con asociaciones de mujeres, no activismo social…. Nos vemos
después de cenar. Recabamos información. Debatimos. Mejor ir todas que dividir
el grupo,…. Una hora de debate. Esta es otra forma más de violencia
contra la mujer palestina,… Al final, acuerdo. Iremos todas al poblado
derruido.
Miércoles, desierto del Negev. Llegamos a Al-Arakib, poblado de 30 casas, 300 habitantes, de los cuales 200 niños, huertas y olivos. No queda nada de nada. Bajo una improvisada haima nos recibe una comisión de mujeres del pueblo destruido. Nos explican su situación y que el ejército israelí ha demolido este pueblo beduino como un experimento, porque es un pueblo luchador, resistente,… Si éste cae, dicen, el estado de Israel podrá deshacerse de los otros poblados sin oposición… No tenemos la tierra registrada, pero es la de nuestros antepasados. El gobierno dice que es del estado y pueden hacer con ella lo que quiera. No pretenden construir nada, ahí. Son simples medidas arbitrarias de fuerza y humillación. Las mujeres beduinas nos repiten varias veces ¡¡¡No nos iremos!!!!
Miércoles, desierto del Negev. Llegamos a Al-Arakib, poblado de 30 casas, 300 habitantes, de los cuales 200 niños, huertas y olivos. No queda nada de nada. Bajo una improvisada haima nos recibe una comisión de mujeres del pueblo destruido. Nos explican su situación y que el ejército israelí ha demolido este pueblo beduino como un experimento, porque es un pueblo luchador, resistente,… Si éste cae, dicen, el estado de Israel podrá deshacerse de los otros poblados sin oposición… No tenemos la tierra registrada, pero es la de nuestros antepasados. El gobierno dice que es del estado y pueden hacer con ella lo que quiera. No pretenden construir nada, ahí. Son simples medidas arbitrarias de fuerza y humillación. Las mujeres beduinas nos repiten varias veces ¡¡¡No nos iremos!!!!
Todavía hay alguna excavadora retirando escombros y hierros retorcidos
y ya empiezan a levantar las primeras casas. Es una demostración de resistencia
y de lo que significa la lucha por la tierra en un país ocupado.
Siguiente cita, visitar y conversar con las mujeres beduinas de
Sidreh-Lakiya en el centro donde realizan trabajos textiles (alfombras,
tapices, bolsas,…).
Próxima cita, Hebron. Pero antes de eso encuentro con ASECOP
(Asociación Europea de Cooperación con Palestina) que nos presentan algunos de
sus proyectos solidarios en Palestina. Visitamos una fábrica textil que da
trabajo a alrededor de 200 de palestinos y palestinas, una escuela de
hostelería-hostal y camino de Hebron unos invernaderos, donde nos ofrecen
tomates, judías, orégano recién cogidos...
Nos habían dicho que Hebron era distinto a los demás lugares de
Cisjordania, y lo hemos podido comprobar. Es una ciudad antigua. Milenaria en
la que se observa en toda su intensidad que estás en un país ocupado. Está
dividida en distintas zonas controladas por palestinos o israelíes, pero son
los israelíes los que imponen su ley. La parte antigua está siendo
‘vaciada’ de palestinos, las tiendas cerradas porque los judíos se
están haciendo con las viviendas superiores y hacen la vida imposible, tiran
cosas, se mean,.. . Constante acoso. Checks point en medio de la ciudad vieja.
Cámaras por todas partes. Alambradas. Calles divididas mediante un muro para
separar el pase de palestinos e israelíes, que los soldados israelíes vigilan
para que no 'se equivoquen'. Quinientos colonos ilegales en Hebron requieren de
más de dos mil soldados israelíes para protegerlos…Visitamos y
conversamos con un comerciante palestino que está siendo acosado. Regenta una
de las siete únicas tiendas palestinas que quedan bajo la mezquita de Ibrahim.
Para visitarla hay que pasar dos o tres controles policiales. Uff!!!
Viernes, Jerusalén. Vamos de manifestación. A las 12 en la Plaza París
de Jerusalén. Las Mujeres de Negro convocan contra la ocupación. Cita semanal
desde hace 22 años. Ciudadanas israelíes, judías y palestinas. Nosotras hemos
quedado un poco antes para conversar con las organizadoras. Una hora ½ de
concentración. Más de 40º a la sombra. Hoy mucha afluencia, unas 200 personas,
la mayoría extrajera. Están contentas. Gritos y eslóganes en árabe, hebreo e
inglés. Algunos coches hacen signos obscenos. Un par de colonos judíos provocan
con una bandera israelí. Todas las mujeres de nuestra delegación de riguroso
negro. Acabamos achicharradas.
Breve encuentro con Meir Margalit, concejal en el ayuntamiento de
Jerusalén por Meretz y miembro del ICADH, quien nos explica la situación en la
capital.
Y otra manifestación. Esta vez para protestar contra unos colonos que se han instalado en un barrio de Jerusalén de la zona palestina de donde han echado a los propietarios árabes. El consistorio de Jerusalén ha dado les permisos. ¡Lo que faltaba! Ahí me encuentro con compañeros de Refundazione. Los soldados de cerca, controlando. Mas numerosa que por la mañana y más gente joven.
De vuelta a Betlem, contenta pero entristecida a la vez. Se necesita
mucha más gente de dentro de Israel que se oponga a estas atrocidades. De
todas maneras, debemos ver que es lo que podemos hacer para ser más,
concienciar más, presionar más, cuando volvamos a casa.
Hemos pintado un mural en el gris muro. Tres tardes de trabajo
colectivo. Diseño femenino. En lugar muy visible para la población de Betlem.
No es para embellecerlo. Intenta ser una brizna de ánimo y apoyo a la lucha
hasta conseguir una Palestina libre!
Esto se acaba… Último día, tiempo libre en Jerusalén. Una
compañera propone nos desplacemos en transporte público, pasando a pie el check
point de Betlem, para saber que se ‘siente’. Camino enrejado,
cámaras, dos controles de pasaporte, cinta transportadora,… Como para ir
justo de tiempo…. Incluso haciendo turismo ves, sientes, notas la
ocupación. La presencia de los soldados israelíes armados lógicamente, las
banderas sionistas plantadas en los edificios ‘conquistados’ de la
ciudad vieja de Jerusalén. La prohibición para visitar determinadas zonas o
lugares….
Todo el mundo dice: la comunidad internacional no hace nada. De empezar
a hacer algo seria empezar por leerle la cartilla a Israel… y eso no
están dispuestos ha hacerlo. No es un tema religioso. Es un tema económico y de
poder. Eso nos ha quedado claro.
Los asentamientos. Israel continúa llamando al mundo judío a instalarse
en el estado sionista. Creo que es la manera como pretenden ganarle la partida
demográfica a la población palestina… En Jerusalén, los asentamientos son
ilegales, lo ha dicho hasta la ONU, pero les da lo mismo,…ellos continúan
construyendo y ocupando.
Ciudades de Cisjordania. Son islas en un mapa sesgado, donde sus
habitantes no pueden desplazarse por donde quieran dentro del territorio
palestino, sino únicamente donde les deja Israel. No pueden visitar a sus
familiares si no disponen de un permiso especial. El ejército israelí está ahí
para controlar e impedir.
A la vuelta de este viaje todas somos un poco o un mucho más amigas –la
mayoría no nos conocíamos-, también más conocedoras de la situación de la mujer
en Palestina y seguro que vamos a ser más activistas de la causa del pueblo palestino.
Creo sinceramente que este viaje da la posibilidad a Pau Ara sempre de abrir proyectos con las mujeres y
las asociaciones que trabajan los temas de género. Manos a la obra. Podéis
contar conmigo.
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